I
Soy la amante
Soy la amante
que estrenas,
la nueva, la eterna,
la de muslos trigueños,
columnas seguras
que se abren perfectamente
para dar paso
a tu mar ancho y espeso.
II
Soy la de paralelas montañas,
erectas, duras,
por donde han caminado
pájaros heridos de amor.
III
Soy la amante nocturna,
Soy la amante nocturna,
la de noctámbulos besos,
(mis ojos, túneles profundos
donde se pierde la soledad).
IV
Soy la de siempre, la eterna,
la que te arranca el hastío
de cada costado,
la que se tiende plácidamente,
la que se para,
la que te sorprende,
la que se quita las vestiduras
y se lava en tu río claro.
V
Soy la que te crucifica
con mis ojos, con mi lengua,
la que se pierde
en tu mirada lela,
la que infatigable
recorre tu cuerpo,
la que vibra con devoción
en tu silencioso mundo.
VI
Soy ella, la eterna,
la antigua, la nueva,
la de siempre
la que se cierra
la que se abre
la de ambivalentes tardes.
VII
Soy la que renace,
la que se abre
la que se cierra.
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[1] Poeta y novelista colombiana nacida en Cali en 1956.
Pertenece a la nueva generación de poetas colombianas con una marcada inclinación hacia los temas eróticos. Es directora de la Biblioteca del Centenario de la ciudad de Cali donde ha desarrollado una importante gestión.
Obtuvo el Premio Nacional de Poesía 1986 con «El vampiro esperado» y ganó además el concurso Mejor poema erótico colombiano. Entre sus publicaciones se destacan: «Fuego secreto» 1980, «Poesía para amantes», «Memoria de los espejos» 1983, «El vampiro esperado» y «Agua ebria», traducido al francés. ©
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